Redacción Marlone Serrano
La Secretaría de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) anunció este sábado la suspensión temporal de las importaciones de ganado vivo, caballos y bisontes procedentes de México, ante la propagación del gusano barrenador del Nuevo Mundo (GBN) hacia el norte del territorio mexicano. La decisión entró en vigor de inmediato y afectará todos los puertos de entrada a lo largo de la frontera sur durante al menos 15 días.
El GBN, una mosca parásita que representa una grave amenaza para el ganado e incluso para los humanos, ha sido detectado en regiones remotas de México, incluidas zonas tan al norte como Oaxaca y Veracruz, pese a su escasa movilidad ganadera. Ante este escenario, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) implementaron esta medida como un intento de frenar la expansión de la plaga.
“Esta suspensión se mantendrá de forma mensual hasta que se logre un periodo significativo de contención”, afirmó el USDA en un comunicado, subrayando que la seguridad del suministro alimentario estadounidense es una cuestión de seguridad nacional.
México responde
El secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, confirmó que fue notificado por su homóloga estadounidense minutos antes del anuncio oficial. Si bien expresó su desacuerdo con la medida, manifestó confianza en que ambas naciones lograrán un acuerdo en el corto plazo.
“No estamos de acuerdo en esta medida, pero confiamos en que en menor tiempo estaremos llegando a un acuerdo”, expresó Berdegué en redes sociales.
A pesar de la suspensión, el ganado que ya se encuentra en proceso de exportación será inspeccionado y tratado conforme a los protocolos establecidos para asegurar que no porte el parásito. Ambos gobiernos seguirán en comunicación diaria y se prevé una revisión conjunta de datos en las próximas dos semanas.
Reacciones del sector ganadero
La Asociación de Ganaderos de Texas y el Suroeste respaldó la decisión del USDA, señalando que, aunque la medida representa desafíos inmediatos, es esencial para preservar la salud del hato ganadero en Estados Unidos. “Esta medida envía una señal clara de la urgencia de la situación”, indicaron en un comunicado.
El grupo también urgió a fortalecer las estrategias terrestres de contención y a avanzar en la creación de una planta nacional para la producción de moscas estériles, una técnica clave para erradicar la plaga.
Además del ganado de crianza, el gobierno estadounidense también revisará el posible riesgo que representan los animales silvestres que cruzan la frontera, ya que también podrían ser vectores del gusano barrenador.
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