Redactor: Sam Torne
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció un nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos (Pemex), con el objetivo de aliviar su pesada carga tributaria y mejorar su capacidad de inversión. Este plan incluye la simplificación de impuestos y un ambicioso programa de ahorro.
El gobierno planea consolidar tres impuestos existentes en un solo gravamen denominado «Derecho Petrolero para el Bienestar». Este impuesto tendrá una tasa del 30% para la producción de petróleo y del 11.63% para el gas no asociado, a partir de 2025. La medida busca aumentar la transparencia y la capacidad de inversión de Pemex, permitiendo que la empresa retenga una mayor proporción de sus ingresos para financiar sus operaciones y proyectos.
Plan de ahorro de 50,000 millones de pesos
Además de la reforma fiscal, Pemex implementará un plan de austeridad con el objetivo de ahorrar 50,000 millones de pesos. El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, anunció que se eliminarán gastos redundantes y se optimizarán recursos para evitar pérdidas millonarias. Este plan incluye la reducción del número de filiales de la empresa, consolidando operaciones para crear una estructura más eficiente y robusta.
Pemex enfrenta una deuda significativa cercana a los 100,000 millones de dólares. El gobierno de Sheinbaum se compromete a manejar esta deuda sin recurrir a los mercados de capitales en el corto plazo, buscando mecanismos alternativos para cumplir con las obligaciones financieras de la empresa. Además, se promoverán proyectos mixtos en áreas como la producción de hidrocarburos, fertilizantes y energía renovable, con el fin de diversificar los ingresos y reducir la dependencia de las exportaciones de crudo.
Contexto actual de Pemex
A pesar de los esfuerzos anteriores para sanear sus finanzas, Pemex continúa enfrentando desafíos financieros significativos. En el tercer trimestre de 2024, la empresa reportó una pérdida neta de 21,912 millones de dólares, atribuida principalmente a menores volúmenes de exportación de crudo. Este contexto resalta la urgencia de implementar reformas estructurales que mejoren la eficiencia operativa y financiera de la empresa.
La presidenta Sheinbaum enfatizó la importancia de fortalecer a las empresas energéticas estatales, como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para garantizar la soberanía energética de México. Este enfoque incluye una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, alineándose con los objetivos de reducción de emisiones y diversificación de la matriz energética del país.
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