Un nuevo estudio revela que las células adiposas guardan un “registro” de tus hábitos alimenticios pasados
Redactor: Sam Torne
En un descubrimiento revolucionario, investigadores han encontrado que las células del tejido adiposo poseen una «memoria celular» que persiste incluso después de perder peso. Este concepto, basado en cambios epigenéticos, podría explicar por qué mantener el peso es tan difícil y abre nuevas perspectivas para tratamientos de obesidad más eficaces. La memoria celular se refiere a modificaciones epigenéticas que alteran la actividad de los genes sin cambiar su secuencia.
Estas «etiquetas químicas» permiten a las células recordar condiciones previas, como estados de obesidad, incluso tras cambios significativos como la pérdida de peso. En un estudio reciente publicado en Nature, científicos liderados por ETH Zúrich, con participación de Daniel Castellano-Castillo del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga, analizaron células adiposas de humanos y ratones. Descubrieron que estas conservan marcas epigenéticas que predisponen al organismo a recuperar peso rápidamente tras adelgazar.
El experimento y sus hallazgos
Los investigadores utilizaron tejido adiposo de personas sometidas a cirugías bariátricas y ratones alimentados con dietas altas en grasa. Tras perder peso, las células adiposas mantuvieron genes asociados con la inflamación y la remodelación de tejidos activados, mientras que los genes metabólicos permanecieron desregulados. En ratones, se observaron resultados similares: las células conservaban marcas epigenéticas relacionadas con obesidad previa, lo que las predisponía a recuperar peso rápidamente al volver a una dieta rica en grasas. Estos hallazgos sugieren que las células «recuerdan» un estado obesogénico, creando barreras biológicas para mantener el peso a largo plazo.
Implicaciones terapéuticas
Entender cómo revertir esta memoria epigenética podría revolucionar el tratamiento de la obesidad. Actualmente, estrategias como los agonistas de receptores GLP-1, que inducen pérdida de peso significativa, no logran cambios duraderos, ya que los pacientes suelen recuperar peso tras suspender el tratamiento. La investigación sugiere que, a futuro, modificar estas marcas epigenéticas podría ser clave para evitar el efecto rebote y mejorar la salud metabólica.
Este avance también tiene implicaciones para otras áreas de la salud. Las experiencias previas podrían dejar huellas moleculares en las células, influenciando cómo responden a enfermedades y tratamientos. La memoria celular promete convertirse en un campo crucial para la medicina de precisión, con el potencial de desarrollar terapias personalizadas que aborden las causas subyacentes de diversas afecciones.
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