De la nicotina al benceno: Cofepris expone los compuestos más peligrosos de los vapeadores
Redactor: Sam Torne
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha realizado un análisis exhaustivo de los vapeadores disponibles en México, identificando 167 compuestos químicos en los aerosoles de estos dispositivos. Entre las sustancias detectadas se encuentran algunas altamente tóxicas y cancerígenas, como la nicotina, acroleína, benceno, tolueno, xilenos y acetaldehído, todas con efectos adversos comprobados para la salud. Estos resultados han generado preocupación, especialmente por el creciente uso de vapeadores entre jóvenes y adolescentes.
La titular de Cofepris, Armida Zúñiga Estrada, enfatizó que estas sustancias no son inofensivas. Por ejemplo, la acroleína puede provocar arritmias cardíacas, mientras que los compuestos como el benceno afectan el sistema nervioso y sanguíneo. El acetaldehído, clasificado como un carcinógeno del grupo 1, aumenta el riesgo de cáncer, especialmente cuando se combina con alcohol y tabaco.
Regulaciones y retos legales
En México, los vapeadores están prohibidos debido a sus riesgos para la salud, según decretos impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, decisiones recientes de la Suprema Corte han complicado la aplicación de estas medidas. La presidenta Claudia Sheinbaum ha respaldado la prohibición, destacando que estos dispositivos representan un riesgo grave para las generaciones más jóvenes.
En paralelo, iniciativas recientes del gobierno federal buscan reforzar la normativa a través de reformas constitucionales. Estas acciones están dirigidas a garantizar una regulación más estricta y reducir la accesibilidad de los vapeadores en el mercado.
Concienciación sobre los riesgos
Además de las medidas regulatorias, expertos y autoridades han resaltado la importancia de informar a la población sobre los peligros de estos productos. Diversos estudios internacionales respaldan los hallazgos de Cofepris, alertando sobre los efectos nocivos que los vapeadores tienen en la salud a mediano y largo plazo. El aumento en la popularidad de estos dispositivos entre adolescentes es un desafío crítico. Muchos jóvenes consideran erróneamente que los vapeadores son menos dañinos que los cigarrillos tradicionales, lo que subestima los riesgos reales asociados con su uso.
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