México aún prefiere efectivo: el lento camino hacia la digitalización financiera en el país
Redactor: Sam Torne
A pesar de los avances tecnológicos y el creciente acceso a servicios de pago digitales, el uso del efectivo sigue predominando en México. Según datos del Banco de México (Banxico), el 80% de la población utilizó dinero físico para sus transacciones en 2022, apenas una reducción del 2% respecto al año anterior. Aunque antes de la pandemia esta cifra era del 87%, la adopción de pagos digitales aún avanza lentamente.
La preferencia por el efectivo se atribuye a razones prácticas: su rapidez, facilidad de uso y la percepción de seguridad que ofrece en un país donde la desconfianza en las instituciones financieras y en la tecnología sigue siendo un desafío importante.
El efectivo tiene una fuerte raíz cultural en México. Además, los problemas estructurales, como la limitada bancarización y la falta de infraestructura en áreas rurales, dificultan la transición hacia medios digitales. Aunque existen alternativas como transferencias electrónicas, tarjetas y monederos digitales, el acceso desigual a la tecnología y la educación financiera se convierte en un obstáculo significativo.
De acuerdo con Alicia Rendón, de FreedomPay, es necesario fomentar la confianza en las tecnologías y educar a la población sobre los beneficios de los pagos digitales. Esto incluye su capacidad para brindar acceso a servicios financieros, como microcréditos y seguros, a millones de personas que permanecen fuera del sistema bancario tradicional.
Los avances recientes
La pandemia de COVID-19 impulsó, aunque de manera limitada, el uso de pagos digitales en México. Según Guillermo Jr. Cárdenas, economista senior de BBVA, las restricciones y medidas sanitarias promovieron la adopción de transferencias electrónicas y aplicaciones móviles por parte de consumidores y empresas. Sin embargo, este cambio aún no es suficiente para generar un impacto significativo en el uso del efectivo.
El uso predominante de efectivo también está relacionado con la economía informal, que representa una gran parte de la actividad económica en el país. La digitalización de los pagos podría ayudar a reducir la informalidad al aumentar la trazabilidad de las transacciones. Eduardo Osuna, director general de BBVA México, sugirió que la implementación de pagos digitales obligatorios en sectores como el de las gasolinerías podría ser una medida efectiva contra problemas como el robo de combustible.
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