Redacción: Alma Cataneo
Un reciente hallazgo científico ha abierto una nueva perspectiva sobre la construcción de las imponentes pirámides de Egipto, consideradas una de las maravillas más impresionantes de la humanidad. Utilizando tecnología de satélites espaciales, investigadores han encontrado pruebas de que en la época de su construcción, el entorno del complejo de Giza contaba con un sistema hidráulico que podría haber facilitado el transporte de bloques de piedra colosales.
Los datos satelitales revelaron la presencia de antiguos canales y estructuras hidráulicas subterráneas en las cercanías de las pirámides. Según los científicos, estas formaciones habrían permitido a los constructores transportar los bloques de piedra caliza y granito desde las canteras hasta los lugares de construcción utilizando barcazas y corrientes controladas de agua.
Expertos han planteado que las aguas del río Nilo, mucho más cercanas al complejo de Giza en aquella época, podrían haberse desviado a través de un complejo sistema de canales y cuencas temporales diseñadas para mantener un flujo constante. Esto habría permitido mover bloques de hasta 2.5 toneladas de forma eficiente, reduciendo el esfuerzo humano necesario para su transporte.
Este descubrimiento coincide con textos antiguos y grabados egipcios que describen el uso de barcas y sistemas de riego para movilizar materiales. Aunque estas inscripciones habían sido interpretadas como simples relatos de la vida cotidiana, los nuevos datos sugieren que eran una parte integral del proceso de construcción de las pirámides.
Este avance no solo cambia la percepción sobre cómo se construyeron las pirámides, sino que también resalta la sofisticación de la ingeniería egipcia antigua. “Los egipcios no solo eran maestros en la arquitectura, sino también visionarios en la gestión del agua y la logística”, afirmó el Dr. Ahmed, arqueólogo involucrado en el proyecto.
Los investigadores planean realizar estudios más detallados del terreno utilizando
herramientas avanzadas como la tomografía de radar terrestre y análisis 3D. El objetivo es reconstruir con mayor precisión cómo funcionaba este sistema hidráulico y confirmar hasta qué punto fue crucial para levantar las pirámides.
Aunque este descubrimiento no descarta otras teorías sobre la construcción de las pirámides, aporta una pieza clave en el rompecabezas histórico que rodea a estos monumentos. Las pirámides de Egipto siguen siendo un símbolo de la grandeza humana y, ahora, también de su ingenio hidráulico.
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