Redacción: Litzury Gamboa
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, España ha destinado más de 40,600 millones de euros en la compra de gas y petróleo de Estados Unidos y Rusia. Esta cifra ha representado un aumento significativo en la factura energética del país, con estas dos naciones cubriendo el 20% de las importaciones, un incremento notable respecto al 6.6% previo a la guerra.
La exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, jugó un papel clave en esta estrategia, facilitando un aumento en las importaciones de petróleo estadounidense. Asimismo, el gas natural ruso ha visto un aumento en su presencia en los gasoductos españoles, a pesar de las sanciones impuestas a Rusia.
El cierre del gasoducto Magreb-UE en 2021, debido a la crisis diplomática con Argelia, obligó a España a buscar nuevas fuentes de gas, como el gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos. Esto ha sido un factor clave en el aumento de las importaciones de GNL, alcanzando más de 12.000 millones de euros en los últimos tres años.
A pesar de la guerra en Ucrania, las importaciones de gas ruso han seguido siendo relevantes, con pagos por casi 8.000 millones de euros entre 2022 y 2024. Aunque las importaciones de Estados Unidos han crecido significativamente, el gas ruso sigue siendo un componente esencial para el suministro energético de España.
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