Redactor: Sam Torne
El gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha iniciado negociaciones con países de Hispanoamerica para que reciban directamente a los migrantes deportados desde Estados Unidos, evitando que sean enviados a México. Esta estrategia responde a las declaraciones del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, quien ha prometido implementar deportaciones masivas al asumir su mandato en enero de 2025.
La presidenta Sheinbaum ha confirmado que el canciller Juan Ramón de la Fuente encabeza las conversaciones con gobiernos hispanoamericanos, especialmente de Centroamérica, cuyos ciudadanos suelen atravesar México para llegar a la frontera norte. Sheinbaum enfatizó que México insiste ante Estados Unidos en la necesidad de que las deportaciones se realicen directamente hacia los países de origen de los migrantes.
Aunque no ofreció mayores detalles, destacó la importancia de mantener vínculos sólidos con Hispanoameica, además de los compromisos comerciales establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Asimismo, reiteró el compromiso de su gobierno de apoyar a los mexicanos que puedan ser deportados, afirmando: «Nos corresponde defender a los mexicanos y mexicanas en Estados Unidos y prepararnos para recibirlos en caso de que sean repatriados».
Consecuencias de las deportaciones en México
La posibilidad de deportaciones masivas preocupa a México, dado que aproximadamente la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos son mexicanos. Las remesas enviadas por estos migrantes representan cerca del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, alcanzando un récord estimado de 65,000 millones de dólares en 2024.
Por otra parte, aunque el cruce diario de indocumentados en la frontera norte ha disminuido un 75% desde diciembre de 2023, México detectó más de 925,000 migrantes irregulares en su territorio entre enero y agosto de 2024, un aumento interanual del 132%. Este récord resalta la presión que enfrenta el país como ruta principal hacia Estados Unidos.
Políticas migratorias en la administración de Trump
El futuro gobierno de Donald Trump ha anunciado planes para implementar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos. Tom Homan, designado como el encargado de la política fronteriza, ha indicado que se construirán instalaciones temporales, como tiendas de campaña, para detener a adultos con hijos menores, sin considerar si los niños son ciudadanos estadounidenses por haber nacido en el país.
Homan justificó estas acciones afirmando: «Si sabía que estaba en el país ilegalmente y decidió tener un hijo, usted puso a su familia en esa situación». Además, las familias deportadas podrán decidir si los menores regresan con ellas a sus países de origen o permanecen en Estados Unidos. Estas medidas han generado preocupación entre defensores de los derechos humanos y economistas, quienes advierten sobre las posibles repercusiones humanitarias y económicas de una deportación masiva.
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