El plan de Trump: fuerzas especiales estadounidenses para combatir a los cárteles en México
Redactor: Sam Torne
En noviembre de 2024, la revista Rolling Stone reveló que el equipo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando una estrategia denominada «invasión suave» en México. Este plan consistiría en desplegar fuerzas especiales estadounidenses de manera encubierta para eliminar a líderes de cárteles de la droga, una propuesta que, según el medio, Trump ha discutido en conversaciones privadas este año. Fuentes cercanas a estas reuniones han mencionado que el exmandatario busca implementar medidas más agresivas contra el narcotráfico en territorio mexicano.
El plan incluye diversas tácticas militares y tecnológicas. Entre ellas destacan los ataques con drones y aviones aéreos dirigidos contra la infraestructura de los cárteles y laboratorios de drogas, así como la guerra cibernética para desmantelar las redes digitales de los narcotraficantes. Otra opción propuesta es el envío de equipos especializados para realizar redadas y capturas de figuras clave dentro de los cárteles. Además, se contempla la posibilidad de enviar asesores militares estadounidenses para entrenar y apoyar a las fuerzas armadas mexicanas en sus operaciones.
Un alto funcionario del equipo de transición declaró al medio: «¿Hasta qué punto debemos invadir México? Esa es la pregunta». Este comentario refleja la complejidad del debate interno sobre la implementación de estas estrategias, que aún no han sido definidas en su totalidad.
La postura de Marco Rubio
Desde 2022, Trump ha solicitado planes detallados para atacar a los cárteles en México. Según Rolling Stone, el senador Marco Rubio, propuesto por Trump como secretario de Estado, ha respaldado la idea de enviar tropas estadounidenses a México, siempre y cuando haya cooperación del gobierno mexicano y las operaciones se realicen en coordinación con las fuerzas armadas y la policía de este país. Estas condiciones buscan evitar conflictos diplomáticos, pero no garantizan la aceptación de México, cuya soberanía estaría en juego.
La posible implementación de una «invasión suave» ha generado preocupación en diversos sectores políticos y sociales. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, subrayó la importancia de respetar la soberanía nacional y abogó por soluciones conjuntas que eviten tensiones bilaterales. Por su parte, expertos en relaciones internacionales han advertido que una intervención militar podría desestabilizar aún más la región y tensar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
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