Redacción: Inés Arroyo
En el marco del segundo día del Foro ABC por un México Sustentable, se llevó a cabo el Panel 7 titulado “El gran valor de los mares y océanos de México y su aprovechamiento sostenible ante la crisis climática y ecológica actual”, en el que especialistas de diversas instituciones y organizaciones coincidieron en la urgencia de proteger el patrimonio marino del país frente a las amenazas ambientales, económicas y sociales que enfrenta.
Durante su intervención, Esteban García-Peña, coordinador de políticas públicas en OCEANA A.C., alertó sobre la crítica situación que atraviesa el Golfo de México debido al cambio climático, la sobrepesca industrial y la actividad petrolera. Con base en evidencia científica, hizo un llamado a fortalecer las políticas públicas orientadas a la protección de los ecosistemas marinos. “El Golfo alberga más de 15 mil especies, muchas de ellas endémicas. Sin políticas firmes, estamos condenando su biodiversidad y la de miles de comunidades costeras que dependen de ella”, afirmó.
García-Peña recordó los desastres ecológicos ocasionados por actividades extractivas, como los derrames del pozo Ixtoc I y la plataforma Deepwater Horizon, que dejaron impactos ambientales duraderos. Subrayó que la ciencia debe ser la base para la toma de decisiones públicas, pues sin datos sólidos no es posible diseñar estrategias de conservación eficaces.
En el mismo panel, la Dra. Ixchel López Olvera, directora del Programa de Océanos en WWF México, enfatizó la necesidad de proteger especies marinas clave como tiburones, ballenas y tortugas. Estas especies, explicó, no solo mantienen el equilibrio ecológico del océano, sino que también representan un valor económico y social para las comunidades locales. “Las ballenas fertilizan los mares, los tiburones regulan ecosistemas, y las tortugas controlan plagas como las medusas. Protegerlas es protegernos a nosotros mismos”, expresó.
López Olvera detalló algunas de las principales amenazas para estas especies: pesca incidental, colisiones con embarcaciones, redes fantasmas, contaminación plástica y el turismo mal regulado. Desde WWF, señaló, se trabaja con pescadores para implementar técnicas más sostenibles y reducir los riesgos de captura accidental, además de fomentar la educación ambiental.
Por su parte, la Dra. Angélica Cervantes, subdirectora en CONABIO, ofreció una perspectiva panorámica sobre la riqueza marina nacional. Recordó que México cuenta con más de 11 mil kilómetros de litoral, más de 4,100 islas y una de las mayores zonas económicas exclusivas del mundo. Esta riqueza lo posiciona como uno de los países con mayor biodiversidad marina, al albergar entre el 60 y el 70 por ciento de las especies del planeta.
Entre los ecosistemas fundamentales, Cervantes destacó los arrecifes de coral, los manglares y los pastos marinos, que actúan como barreras naturales contra tormentas, son viveros de especies y contribuyen a la captura de carbono. “Protegerlos no es solo una cuestión ecológica, sino también económica y de seguridad alimentaria”, subrayó.
En su intervención, recordó que desde 2005 se han identificado 105 sitios prioritarios para la conservación marina, pero lamentó que muchos de ellos aún carecen de protección efectiva, especialmente en aguas profundas. “México tiene una responsabilidad internacional como país megadiverso. La ventana para conservar esta riqueza aún está abierta, pero se está cerrando rápidamente”, advirtió.
El Panel 7 dejó claro que el océano no es un recurso infinito. Su protección requiere voluntad política, inversión en ciencia, participación comunitaria y un compromiso real con la sostenibilidad. Los mares de México, fuente de vida y bienestar, deben ser defendidos hoy para garantizar el mañana.
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