Redacción: Litzury Gamboa González
Inmigrantes y ciudadanos estadounidenses han tomado las calles de diversas ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles, Atlanta y Texas; para unirse contra las políticas migratorias implementadas por Donald Trump desde su llegada a la presidencia. Por segundo día consecutivo, los manifestantes marcharon portando banderas de diferentes países latinoamericanos, como muestra de su rechazo a las deportaciones de indocumentados y en defensa de sus derechos.
Este evento en Los Ángeles coincidió con la campaña nacional de “Un Día sin Migrantes”, en donde comerciantes latinos en todo Estados Unidos pidieron a la comunidad que cerrarán sus negocios y evitar realizar compras el 3 de febrero. Esta iniciativa también instaba a los trabajadores a ausentarse de sus empleos.
El 20 de enero, cuando Trump asumió el cargo, su política migratoria comenzó a endurecerse, promoviendo una agenda que, según los manifestantes, esta basada en el racismo y la xenofobia. Esta situación ha llevado a muchos a vivir con el temor constante de ser detenidos y deportados, incluso cuando han establecido una vida en el pais, con familia, empleo y hogar.
El temor a las redadas ha hecho que muchos se encierren en sus casa saliendo solo para lo esencial, evitando salir por miedo a ser reportados o capturados por ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). La incertidumbre crece, mientras que las manifestaciones continúan como una forma de exigir un trato más justo y humano para los inmigrantes, y de alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo por miedo a las represalias.
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