Claudia Sheinbaum y la nueva política: servir para transformar a México
Redacción: Josué Roldán
Con un enfoque de servicio público y reformas clave, Sheinbaum propone una política para el bien común, basada en la ética y la inclusión social. Max Weber, el influyente sociólogo alemán, afirmó en su ensayo «La política como vocación» que “hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive ‘para’ la política o se vive ‘de’ la política”. En el México de Claudia Sheinbaum, esta frase parece cobrar un nuevo sentido.
En su primer mes de gobierno, Sheinbaum ha dejado claro que su administración se basará en el servicio al bien común, impulsando una política ética y orientada hacia los sectores más vulnerables.
La Dra. Sheinbaum, en contraste con antiguos estilos de liderazgo, ha rechazado el sistema de botín en el gobierno. Durante décadas, la política mexicana estuvo marcada por un presidencialismo que centralizaba el poder en el Ejecutivo y en el que el estilo personal de gobernar definía el rumbo del país. Este sistema alimentó una cultura de privilegios y metas personales, y con ello, un enfoque donde muchos “vivían de la política” en lugar de “para la política”.
Sin embargo, Sheinbaum ha propuesto un enfoque distinto, en el que los servidores públicos son llamados a actuar bajo los principios de economía moral, disciplina fiscal y derechos sociales. Bajo esta perspectiva, “quienes viven de la política” en su administración son aquellos que buscan reducir la desigualdad, contribuir a la equidad de género, y respetar los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos.
La visión de Sheinbaum destaca no solo por su enfoque inclusivo, sino también por un fuerte compromiso con la justicia social.
Una de las prioridades de la administración de Sheinbaum ha sido continuar con los logros sociales impulsados por la Cuarta Transformación (4T). Esto se observa especialmente en las áreas rurales, donde se ha reducido la pobreza multidimensional y extrema entre 2018 y 2022. En ese periodo, la pobreza multidimensional en zonas rurales disminuyó de 57.7% a 48.8%, y la pobreza extrema bajó de 16.2% a 14.9%. Asimismo, la pobreza por ingresos en estas áreas también mostró una disminución significativa.
Sheinbaum entiende que la política debe dirigirse “para el bien de todos, primero los pobres”. Estos avances representan su compromiso con una política que impacte en la calidad de vida de los sectores más vulnerables y permita reducir las desigualdades que han existido durante décadas. La continuidad de estos programas y su fortalecimiento son parte de los objetivos de su gobierno.
Uno de los pasos más significativos de Sheinbaum en su incipiente gobierno ha sido la presentación de una Iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. En esta propuesta, enviada a la Cámara de Diputados el pasado 1 de noviembre, se establecen los pilares de su política “para” la sociedad, basada en la inclusión, la transparencia y el uso de tecnología. Estos son los principales puntos de la reforma:
Gobernanza digital y nuevas tecnologías: La Dra. Sheinbaum propone un enfoque de gobernanza digital que aproveche las tecnologías para hacer más accesible el gobierno y facilitar los trámites. Este enfoque pretende reducir la burocracia y mejorar la eficiencia en el servicio público.
Fortalecimiento de la investigación científica y humanística: Con el objetivo de impulsar el desarrollo científico y cultural de México, Sheinbaum ha propuesto fortalecer las capacidades nacionales en investigación humanística y científica. Esto apunta a construir una base sólida de innovación que responda a las necesidades del país en el siglo XXI.
Empoderamiento de las mujeres en la administración pública: Uno de los compromisos más importantes de Sheinbaum es el empoderamiento de las mujeres en la administración pública. Su propuesta incluye iniciativas que permitan a las mujeres avanzar en el sector gubernamental, lo que contribuirá a reducir la brecha de género y a crear una sociedad más equitativa.
Creación de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno: La propuesta también incluye la transformación de la actual Secretaría de la Función Pública en la nueva Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno. Este cambio subraya el compromiso de Sheinbaum en la lucha contra la corrupción, estableciendo una institución que se enfoque en promover la transparencia y la integridad en el sector público.
Como en toda transformación, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha encontrado críticas. Algunos sectores han cuestionado su estilo de liderazgo, incluso utilizando términos como “emperatriz” o “dictadora”. Sin embargo, estos términos parecen más reflejo de una resistencia a los cambios en la política tradicional que una crítica fundada en hechos.
Sheinbaum se ha comprometido a construir un “México para todos” basado en la justicia social, la inclusión y la ética. En un entorno donde la crítica destructiva es común, su administración apuesta por un proyecto propositivo, que, aunque desafiante, tiene la capacidad de dejar una huella positiva y duradera en la historia de México. El llamado es claro: colaborar y sumar al bien común, en lugar de caer en el escepticismo.
El enfoque de Claudia Sheinbaum representa una nueva era en la política de México, una en la que el servicio público se orienta hacia el bien común. Con reformas estratégicas, como el impulso de la gobernanza digital y la lucha contra la corrupción, Sheinbaum ha dejado claro que su gobierno está diseñado para servir a la sociedad, no a intereses personales.
Sheinbaum ofrece una visión que prioriza a los más vulnerables, promueve la inclusión y, en última instancia, busca un México más justo y equitativo. Para quienes aún dudan, su invitación es clara: sumarse a este proyecto y trabajar juntos en la construcción de un país mejor.
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