Redacción Melissa Paniagua
Donald Trump y Elon Musk se encuentran en un conflicto muy grave; manteniendo una disputa que comenzó desde que Trump se despidió de Musk en el Despacho Oval, dejando su puesto al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), afectando las acciones del empresario.
Después de su salida, Elon Musk ha estado expresando su desacuerdo en contra de las decisiones gubernamentales, por lo que ahora están envueltos en una discusión pública, con graves acusaciones. El pasado jueves se desató la discusión en las redes sociales, donde se atacaron mutuamente, el presidente dijo que Musk esta “loco” y el empresario lo acusó de “ingratitud”.
En este conflicto, el empresario criticó el megaproyecto de ley presupuestaria de Trump; este proyecto incluye considerables recortes fiscales y más inversiones en defensa y control migratorio, por lo que Musk cree que aumentará la ya gran deuda del país.
Además, Trump amenazó en su red Truth Social con “cancelar los subsidios y contratos gubernamentales” del empresario; Musk calificó el promedio de ley como una “abominación repugnante”, afirmó que las personas que votaron por Trump “deberían de sentir vergüenza”.
La semana pasada, Donald Trump dio una conferencia de prensa en el Despacho Oval, en donde afirmó que le sorprendieron las críticas del empresario hacia él y a su gobierno, mientras que Musk fue respondiendo por medio de publicaciones en la red social X, en una de ellas dijo: “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51-49 en el Senado”.
La disputa pública entre Donald Trump y Elon Musk apenas empieza, pero podría tener evidentes consecuencias en Estados Unidos.
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