Redacción: Inés Arroyo
El 1 de junio de 2025, México vivió una jornada electoral histórica: por primera vez, la ciudadanía votó para elegir jueces y magistrados. Este proceso busca acercar el Poder Judicial a la sociedad y aumentar su transparencia.
En la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum emitió su voto en una casilla del Centro Histórico. Acompañada por su esposo, destacó la importancia de la democracia con un enérgico “¡Que viva la democracia!”. Después, continuó con sus actividades habituales en Palacio Nacional.
Clara Brugada, jefa de Gobierno de la capital, votó en la colonia San Miguel Teotongo, en Iztapalapa. Rodeada de vecinos y su equipo, señaló que esta elección es un paso hacia un Poder Judicial más democrático.
Brugada ganó la jefatura de Gobierno en 2024 con más de 2.8 millones de votos, el 51.9% del total, frente a su rival Santiago Taboada, quien obtuvo 38.85%. Esta victoria refuerza su presencia en la política local y ahora también en el contexto judicial.
Estas elecciones representan un cambio significativo. Al permitir que la ciudadanía elija a los encargados de impartir justicia, se busca fortalecer la transparencia y la confianza en el sistema legal. Sin embargo, este método también genera dudas sobre la independencia de los jueces y la preparación de quienes resultan electos.
La pregunta que queda es: ¿logrará México un Poder Judicial más cercano y confiable con esta nueva forma de elección, o enfrentará retos que pongan en riesgo la imparcialidad del sistema?
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