Redactor: Sam Torne
En un giro inesperado tras las elecciones de 2024, el Partido Acción Nacional (PAN) ha ajustado su estrategia legislativa. Ahora, ha comenzado a respaldar parcialmente las reformas sociales impulsadas por Morena, el partido en el poder.
Esta nueva postura busca demostrar a la ciudadanía su apoyo a programas que consideran esenciales, como la Pensión Universal para Adultos Mayores, mientras mantienen su oposición en temas que consideran lesivos para las instituciones democráticas, como la Reforma Judicial y la desaparición de organismos autónomos.
El cambio estratégico también incluye un marcado distanciamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con quien el PAN había compartido una alianza legislativa desde 2017. Este alejamiento es visible en la falta de propuestas conjuntas y en votaciones diferenciadas en temas clave, como el Paquete Económico 2025.
Reformas sociales: ¿un mensaje claro o una estrategia confusa?
El PAN ha respaldado el 46.4% de las iniciativas presidenciales en esta legislatura, destacándose por apoyar reformas de carácter social. Entre estas, destacan:
- La reducción de la edad para recibir la Pensión Universal, que pasó de 68 a 65 años. A pesar de su apoyo, el PAN criticó la falta de transparencia en los padrones de beneficiarios.
- Reformas en materia de Bienestar Animal, aunque señalaron la ausencia de prohibiciones claras sobre corridas de toros y peleas de animales.
- Prohibición de cigarros electrónicos y vapeadores, una medida que consideraron «excesiva», pero que votaron a favor.
- En contraste, el partido ha rechazado propuestas como la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y varias reformas relacionadas con la prisión preventiva oficiosa, argumentando riesgos para los derechos humanos y la democracia.
Distancia con el PRI: ¿una ruptura definitiva?
La separación del PAN y el PRI también se ha reflejado en sus estrategias presupuestarias. Por primera vez en años, ambos partidos no presentaron una propuesta alternativa conjunta al Paquete Económico 2025. Mientras que el PRI ha respaldado 15 reformas presidenciales, el PAN ha votado a favor de 13, lo que marca una diferencia en su enfoque legislativo.
Este distanciamiento también tiene implicaciones electorales, ya que el PAN busca redefinir su identidad política y recuperar terreno perdido en las últimas elecciones, especialmente entre votantes que percibieron al partido como adversario de los programas sociales.
Líderes como Ricardo Anaya han reconocido que la nueva postura del PAN representa un desafío en términos de comunicación. «Apoyamos los programas sociales porque son buenos para la gente, pero nos oponemos a su uso electoral», señaló. Esta estrategia busca contrarrestar la narrativa impulsada por Morena, que ha asociado históricamente los programas sociales con su gestión.
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