Redactor: Sam Torne
El 2024 fue un año decisivo para la industria tecnológica, marcada por innovaciones deslumbrantes, desafíos imprevistos y replanteamientos estratégicos. Este periodo demostró que la innovación no siempre es lineal, y que la resiliencia es clave en un entorno tan cambiante.
La revolución de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) consolidó su protagonismo, transformando sectores desde la banca hasta la salud. OpenAI presentó mejoras en ChatGPT, mientras que Google relanzó Bard bajo el nombre de Gemini, con nuevas capacidades. Empresas como Samsung integraron IA generativa en dispositivos como el Galaxy S24 Ultra, y Microsoft introdujo las PC Copilot+, optimizando el desempeño en el trabajo.
Además, Amazon Web Services y Cisco destinaron fondos millonarios a startups de IA, destacando la importancia de esta tecnología en la economía global. Sin embargo, los retos de implementación, como la privacidad y el impacto social, siguen siendo puntos de debate clave.
Ciberseguridad, el talón de Aquiles
Los ciberataques continuaron poniendo en jaque a gobiernos y empresas. Hackeos masivos a compañías como Ticketmaster y AT&T evidenciaron vulnerabilidades críticas, muchas vinculadas a plataformas como Snowflake. Estas brechas no solo impactaron a millones de usuarios, sino que subrayaron la urgencia de fortalecer las estrategias de seguridad digital.
Regulaciones más estrictas para las big tech
Las grandes tecnológicas enfrentaron un panorama regulatorio más severo en 2024. En Europa, se implementaron leyes como la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA), mientras que en Estados Unidos la FTC y el Departamento de Justicia intensificaron sus acciones contra prácticas anticompetitivas.
Australia, por su parte, limitó el uso de redes sociales para menores, y en Estados Unidos continuaron los debates sobre la posible prohibición de TikTok por razones de seguridad nacional.
Nvidia y su liderazgo en IA
Nvidia reafirmó su posición como líder en hardware para inteligencia artificial. Sus procesadores gráficos y plataformas como Nvidia DGX Cloud impulsaron el desarrollo de soluciones de IA a gran escala. La empresa registró ingresos récord, gracias a su colaboración con gigantes tecnológicos como OpenAI y Google, demostrando que el hardware especializado es esencial para la innovación.
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