Histórico y abierto: Thunder, Knicks, Wolves y Pacers disputarán unas Finales de Conferencia inéditas en la NBA 

Redacción Marlone Serrano

La temporada 2024-2025 de la NBA ha confirmado lo que muchos intuían desde hace algunos años: el dominio de las dinastías quedó atrás. Con la eliminación de los favoritos tradicionales y el surgimiento de nuevas potencias, el baloncesto profesional estadounidense vivirá unas Finales de Conferencia inéditas y con sabor a renovación. Oklahoma City Thunder, New York Knicks, Minnesota Timberwolves e Indiana Pacers son los cuatro equipos que se disputarán el pase a las Finales de la NBA, en lo que ya es una de las postemporadas más impredecibles en la historia reciente de la liga. 

La NBA entrará en terreno sin precedentes: por primera vez en su historia, habrá siete campeones distintos en un lapso de siete años. Desde que los Golden State Warriors lograran su bicampeonato en 2017 y 2018, ningún equipo ha logrado repetir. Toronto (2019), Lakers (2020), Milwaukee (2021), Warriors (2022), Denver (2023) y Boston (2024) conforman esta lista. Sea cual sea el resultado final en junio, se sumará otro nombre distinto a la historia del Trofeo Larry O’Brien. 

Pasado modesto, presente ambicioso 

El recorrido histórico de los cuatro equipos añade aún más dramatismo. Los Knicks no levantan un título desde 1973, año en que también los Pacers ganaron su último campeonato, aunque en la ABA. El Thunder conserva un título en su historia, obtenido en 1979 cuando el equipo jugaba como Seattle SuperSonics. Minnesota, por su parte, nunca ha pisado unas Finales de la NBA. 

Este contexto convierte a las semifinales en una contienda sin favoritos claros. En la Conferencia Oeste, el Thunder (primer sembrado) se medirá con los Timberwolves (sextos) a partir del martes por la noche en Oklahoma City. En el Este, los Pacers (cuartos) enfrentarán a los Knicks (terceros) desde el miércoles en el Madison Square Garden. 

Playoffs marcados por las lesiones 

El camino hasta aquí no ha sido fácil ni predecible. Boston, considerado el principal candidato al título, fue eliminado por los Knicks en la segunda ronda luego de que su estrella, Jayson Tatum, sufriera una ruptura del tendón de Aquiles. Lo mismo ocurrió con Damian Lillard en Milwaukee, también marginado por una lesión similar. Cleveland cayó ante Indiana en una serie marcada por problemas físicos en su plantilla, y los Warriors de Curry fueron superados por Minnesota luego de que el base estrella se lesionara el tendón de la corva. 

Una nueva era en construcción 

Otro dato curioso es que, de los jugadores que siguen en competencia, solo siete han jugado alguna vez unas Finales de la NBA. De ellos, solo Pascal Siakam, actualmente en Indiana, ha tenido un rol destacado. El resto, como P.J. Tucker, Cam Payne, Mikal Bridges o Alex Caruso, suma apariciones residuales. 

Estas Finales de Conferencia representan una oportunidad para que nuevas figuras escriban su historia. Equipos jóvenes, sin superestrellas consagradas, pero con identidad colectiva, se enfrentan en un escenario sin guiones preestablecidos. 

La NBA buscaba paridad. Hoy, la tiene. Y con ella, una narrativa fresca que promete dejar huella. 

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