Redacción: Litzury Gamboa
Una investigación reciente revela que los conflictos violentos en Siria han dejado huellas epigenéticas en el ADN de las mujeres afectadas y sus descendientes. La epigenética estudia como factores externos, como el estrés, pueden modificar la expresión de los genes sin alterar su secuencia. Este estudio, liderado por investigadoras de universidades en Estados Unidos y Jordania, analizó a mujeres sirias embarazadas durante los conflictos de 1982 y 2011, así como a sus hijos y nietos.
Los resultados muestran marcas epigenéticas relacionadas con la exposición a la violencia, asociadas con un envejecimiento biológico acelerado. Aunque estudios previos ya habían vinculado el trauma con cambios epigenéticos, este es el primero en analizar tres generaciones expuestas a conflictos violentos. Sin embargo, aún no se sabe con certeza si estas marcas afectan de manera directa la salud y el desarrollo de las personas.
Este tipo de investigaciones genera debate, ya que algunos científicos dudan de que las marcas epigenéticas pueden heredarse de forma estable en humanos. Estudios como el de la hambruna holandesa durante la Segunda Guerra Mundial han mostrado señales epigenéticas relacionadas con mayor riesgo de obesidad y diabetes, pero no se ha desmotivado una relación causal clara.
Pese a estas controversias, hay quienes creen que algunos cambios epigenéticos podrían ofrecer una captación al entorno adverso. Esto permitiría responder más rápidamente a situaciones difíciles que mediante la evolución genética tradicional. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender mejor el impacto y la permanencia de estas marcas en las futuras generaciones.
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