Redacción Marlone Serrano
La ida de las semifinales de la Concachampions dejó un empate con sabor a revancha pendiente. Tigres y Cruz Azul igualaron 1-1 este miércoles en el Estadio Universitario, en un duelo de contrastes entre un primer tiempo contenido y un complemento cargado de emociones, goles y drama.
Los regiomontanos salvaron el resultado en los minutos finales, mientras que Cruz Azul se lleva la ventaja simbólica del gol de visitante rumbo a la definición en el Estadio Ciudad de los Deportes.
El encuentro inició con un ritmo trabado. Más allá de un susto por una torcedura en el tobillo derecho de Diego Lainez —que prendió las alarmas en el banquillo felino—, las emociones fueron escasas en la primera mitad. Aun así, hubo destellos: Juan Brunetta estuvo cerca de abrir el marcador tras un error defensivo de los celestes, pero su disparo salió apenas desviado.
La Máquina respondió en el complemento con mayor agresividad. Al minuto 68, Ángel Sepúlveda bajó un balón largo con gran técnica y habilitó a Carlos Rotondi, quien no perdonó frente al arco de Nahuel Guzmán. El 0-1 encendió la chispa en el conjunto visitante y en su afición, que se hizo sentir en el Volcán.
Pero Tigres no se rindió. A falta de seis minutos para el final, Juan Purata conectó de cabeza un centro preciso de Brunetta para sellar el empate. El grito de gol sacudió al estadio, que se había mantenido tenso ante la posibilidad de caer en casa.
Con el 1-1 en el marcador, todo queda abierto para la vuelta. Cruz Azul tiene el beneficio del gol fuera de casa, pero los felinos han demostrado que tienen garra para pelear hasta el último minuto.
El pase a la gran final de la CONCACAF Champions Cup se decidirá la próxima semana en la capital. La mesa está puesta para un desenlace de alto voltaje.
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