Redactor: Sam Torne
Entraron en vigor los aranceles del 25% impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las importaciones de acero y aluminio, afectando a países como México, Canadá y la Unión Europea, el pasado 12 de marzo. A pesar de las preocupaciones iniciales, las exportaciones mexicanas han mostrado una resistencia notable ante estas medidas.
Según datos del Banco de México, en 2024 las exportaciones mexicanas alcanzaron 617,100 millones de dólares. De este total, las exportaciones de productos de acero y aluminio representaron aproximadamente el 2.2%, sumando 16,078 millones de dólares. De este monto, alrededor de 13,666 millones de dólares (85%) tuvieron como destino Estados Unidos. Aunque el porcentaje destinado a EE.UU. es significativo, su peso relativo en el conjunto de las exportaciones mexicanas sugiere que el impacto de los aranceles no será devastador para la economía del país.
Instituciones financieras y calificadoras de riesgo coinciden en que el impacto de estos aranceles será limitado para México. Al tratarse de una medida global que se aplica sin distinción a todos los países, la competitividad relativa de México frente a otras naciones no se verá comprometida. Además, la experiencia pasada refuerza esta previsión: cuando Trump implementó aranceles similares en junio de 2018, las exportaciones mexicanas de estos productos apenas se contrajeron un 1%, pasando de 11,964 millones de dólares en 2018 a 11,447 millones en 2019.
Respuesta cautelosa del gobierno mexicano
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha adoptado una postura cautelosa ante la imposición de los aranceles. Ha decidido esperar hasta después del 2 de abril, fecha límite establecida para la imposición generalizada de aranceles del 25%, antes de decidir si tomará represalias contra estas medidas al acero y aluminio. Esta estrategia busca evitar una escalada en las tensiones comerciales y mantener abiertas las vías de negociación con
En contraste, Canadá y la Unión Europea reaccionaron de inmediato, implementando ofensivas comerciales de aranceles en represalia que ascienden a más de 20,000 millones de dólares y 28,000 millones, respectivamente. Brasil, por su parte, también optó por mantener la calma y buscar una salida negociada.
Sospechas sobre el acero chino
Estados Unidos ha manifestado su preocupación por la posible triangulación de acero chino que ingresa a su territorio a través de México. Desde la administración de Joe Biden, se exigió a México medidas inmediatas y significativas para frenar el aumento de sus exportaciones de acero y aluminio, así como mayor transparencia en sus importaciones provenientes de terceros países.
Sin embargo, la Secretaría de Economía y el sector empresarial mexicano rechazan con firmeza esta acusación, argumentando que México importa la mayor parte de su acero de Estados Unidos (45%), seguido por China (17.3%) y Alemania (10.3%). Las autoridades aseguran que los números demuestran que México no es la plataforma que China utiliza para acceder al mercado estadounidense.
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