Redactor: Cristal Jiménez
Los incendios han matado al menos a 24 personas, desplazado a miles y destruido más de 12,000 estructuras desde que comenzaron el pasado martes. Cuatro incendios impulsados por los fuertes vientos de Santa Ana han calcinado alrededor de 160 kilómetros cuadrados, según Cal Fire.
Tras la lucha por combatir los incendios y como obstáculo los fuertes vientos, las autoridades han usado retardante rojo Phos-chek. Este es un líquido de color rojo brillante que se lanza desde aviones cisterna, generando imágenes impactantes al cubrir áreas residenciales, vehículos y calles.
El color rojo proviene del óxido de hierro, sin embargo, no tiene función en la supresión del fuego, sino que facilita la visibilidad del material desde el aire. El retardante está compuesto principalmente por sales, similares a fertilizantes agrícolas. Estas sales, mezcladas con agua, alteran la forma en que el fuego consume la vegetación, reduciendo la intensidad y la velocidad de avance de las llamas.
El calor del incendio activa los componentes del retardante, impidiendo que la celulosa de las plantas alimente las llamas, emitiendo vapor de agua y enfriando el fuego.
Sin embargo, este retardante ha provocado dudas como ¿qué efecto que tendrá en el medio ambiente? El uso del retardante rojo tiene implicaciones ambientales, aunque se considera una herramienta valiosa frente a incendios devastadores. Entre los posibles impactos destacan:
- Efectos en la flora y fauna: En concentraciones elevadas, los compuestos químicos pueden ser tóxicos para peces y otras especies acuáticas si llegan a ríos o lagos. Por esta razón, se evita aplicarlo cerca de fuentes de agua.
- Alteraciones en el suelo: Los fosfatos pueden modificar el equilibrio de nutrientes en el suelo, promoviendo el crecimiento de ciertas especies vegetales en detrimento de otras.
- Residuo visual: El tinte rojo puede permanecer en el paisaje durante semanas o meses, aunque no es permanente ni tóxico.
E retardante rojo es una herramienta efectiva y ampliamente utilizada en la lucha contra incendios forestales en Los Ángeles y otras regiones del mundo. Sin embargo, su aplicación debe ser cuidadosamente controlada para minimizar sus impactos negativos en el medio ambiente.