Redactor: Sam Torne
La psicóloga Erika Zamora, del Hospital de Salud Mental de Tijuana, ha destacado que el tiempo excesivo frente a las pantallas también puede generar problemas emocionales, señala que muchos niños desarrollan una baja tolerancia a la frustración, lo que los lleva a comportamientos autolesivos o al consumo de sustancias como alcohol y drogas. Este tipo de conductas se asocia a la incapacidad de lidiar con situaciones cotidianas debido a la sobredependencia tecnológica.
Consecuencias en el desarrollo infantil
La psicóloga Erika Zamora, del Hospital de Salud Mental de Tijuana, advierte que el tiempo excesivo frente a pantallas puede aumentar el riesgo de que los niños desarrollen problemas de frustración y baja tolerancia, esto puede llevar a conductas autolesivas o al consumo de sustancias como alcohol y drogas. Además, la exposición temprana a dispositivos electrónicos puede interferir en el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales, ya que los niños necesitan interactuar con personas y jugar activamente para un crecimiento saludable.
La exposición prolongada a pantallas se ha asociado con diversos problemas de salud en los jóvenes:
- Trastornos de atención y ansiedad: el tiempo excesivo frente a dispositivos puede contribuir al desarrollo de trastornos por déficit de atención y aumentar los niveles de ansiedad en niños y adolescentes.
- Disminución de dopamina y pérdida de concentración: la sobreexposición a estímulos digitales puede alterar los niveles de dopamina, afectando la capacidad de concentración y la motivación.
- Conductas irritables y violentas: el uso desmedido de tecnología se ha vinculado con comportamientos irritables y, en algunos casos, violentos, tanto en el hogar como en entornos escolares.
Recomendaciones de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido lineamientos claros para el uso de tecnología en niños. Los menores de dos años deben evitar por completo las pantallas, mientras que los niños entre dos y cuatro años deberían limitar su exposición a una hora diaria como máximo. Estas recomendaciones subrayan la importancia de priorizar la actividad física y las interacciones sociales sobre el tiempo frente a los dispositivos electrónicos. Implementar estas sugerencias puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo saludable de los menores.
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