La Ciudad de México considera la adopción del voto digital en futuros procesos electorale
Redactor: Sam Torne
La propuesta de implementar el voto electrónico en la Ciudad de México ha cobrado relevancia en los últimos días, especialmente tras la iniciativa promovida por la bancada de Morena en el Congreso capitalino. El diputado Pedro Haces Lago, principal impulsor de esta reforma, sostiene que el voto digital podría traer múltiples beneficios, como la reducción de costos administrativos, el ahorro de materiales impresos y el aumento de la transparencia en los procesos electorales.
De acuerdo con el legislador, la idea es comenzar por implementar esta modalidad en las consultas de Presupuesto Participativo y la selección de las Comisiones de Participación Comunitaria, con miras a que, más adelante, se utilice también en elecciones de mayor envergadura.
No obstante, la discusión ha generado opiniones encontradas, incluso entre los miembros de la fracción parlamentaria de Morena. Según ha reconocido el propio Haces Lago, la idea de elegir jueces y magistrados del Poder Judicial de la Ciudad de México mediante voto electrónico no ha tenido una recepción plenamente favorable. Al tratarse de la primera ocasión en que se llevaría a cabo una elección judicial, el diputado considera que «hay que ir paso a paso» y respetar los procedimientos tradicionales, con el uso de urnas y papeletas físicas, hasta que la ciudadanía esté completamente lista para un cambio de tal magnitud.
Ventajas del voto digital
El planteamiento de Haces Lago ha recibido el respaldo de diversos sectores que ven en el voto electrónico una estrategia para fomentar la participación ciudadana y reducir el impacto ambiental. Actualmente, en la Ciudad de México se emplean grandes cantidades de papel para la organización de procesos electorales o consultas públicas. Al digitalizar el voto, se prevé no solo un menor uso de recursos, sino también un acceso más sencillo para las personas que, por razones de movilidad o trabajo, encuentran dificultades para acudir físicamente a las urnas.
No obstante, la principal preocupación radica en la seguridad. Quienes cuestionan la viabilidad del voto electrónico temen posibles vulneraciones a los sistemas informáticos y la falta de claridad en la validación de los resultados. Asimismo, se señalan desafíos tecnológicos, ya que no toda la población cuenta con los dispositivos o la conexión a internet necesaria para ejercer su derecho al voto de manera digital.
Que se espera en el futuro
A pesar de las reservas, el diputado considera que esta propuesta es «un primer paso para modernizar la democracia en nuestro país». El Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) ya ha puesto en práctica votaciones electrónicas en algunos ejercicios de Presupuesto Participativo, aunque el marco legal no las contemplaba de forma explícita.
Con esta iniciativa, se busca que la Ley de Participación Ciudadana y el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la Ciudad de México reconozcan formalmente el uso del voto digital en procesos consultivos y, eventualmente, en elecciones de mayor escala.
Por lo pronto, la elección de jueces y magistrados permanecerá bajo el método tradicional, pero la puerta queda abierta para evaluar la pertinencia del voto electrónico en los próximos comicios.
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