Redactor: Sam Torne
La reciente implementación de políticas migratorias más estrictas por parte del presidente Donald Trump ha llevado a los solicitantes de asilo en México a enfrentar situaciones cada vez más complejas y peligrosas en su intento por ingresar a Estados Unidos. La cancelación de herramientas clave y el aumento de la seguridad fronteriza han obligado a muchos migrantes a buscar alternativas arriesgadas para alcanzar su objetivo.
Una de las medidas más impactantes ha sido la eliminación de la aplicación CBP One, que permitía a los migrantes programar citas para solicitar asilo de manera legal. Desde su lanzamiento en enero de 2023, la aplicación facilitó la entrada legal de casi un millón de personas. Su abrupta cancelación dejó a aproximadamente 270,000 usuarios sin opciones claras y provocó la anulación de 30,000 citas programadas, sumiendo a los solicitantes en la incertidumbre.
Medidas de seguridad reforzadas
Además de la cancelación de la aplicación, la administración Trump ha declarado una emergencia nacional en la frontera con México, desplegando tropas adicionales y construyendo barreras para restringir el paso de refugiados y solicitantes de asilo. Estas acciones buscan frenar las entradas ilegales y el crimen fronterizo, pero también han generado críticas por sus posibles consecuencias humanitarias.
Ante estas restricciones, muchos migrantes, como Dayana Castro y su familia, se ven obligados a considerar rutas más peligrosas, incluyendo viajar en trenes de carga, contratar a contrabandistas y evadir a las autoridades. Otros optan por solicitar asilo en México, aunque enfrentan incertidumbre sobre su futuro en el país. Algunos incluso contemplan la posibilidad de regresar a sus naciones de origen, a pesar de las adversidades que los llevaron a emigrar inicialmente.
Opiniones de expertos y organizaciones
Analistas y defensores de los derechos humanos advierten que las políticas de Trump podrían disuadir a los migrantes a corto plazo, pero también provocar consecuencias humanitarias significativas. Existe el riesgo de que los solicitantes de asilo con casos válidos enfrenten peligros mortales si son obligados a regresar a sus países. Además, estas medidas podrían aumentar la demanda de contrabandistas y empujar a los migrantes, incluidas familias y menores, a tomar rutas más peligrosas para evitar la captura.
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