Redactor: Sam Torne
Google Maps ha anunciado que cambiará el nombre del “Golfo de México” a “Golfo de América” dentro de su plataforma en Estados Unidos, una vez que el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS, por sus siglas en inglés) oficialice la modificación. Según Google, su política es reflejar los nombres geográficos tal como los definen las fuentes gubernamentales oficiales en cada país. Esto significa que, aunque en los mapas de EE. UU. aparecerá como “Golfo de América”, el resto del mundo continuará viéndolo como “Golfo de México”.
Esta política también aplica en otros casos, como el Monte McKinley, al que se le devolvió su nombre original tras haber sido renombrado como “Denali” durante el mandato de Barack Obama. La administración de Donald Trump, que asumió el poder el 20 de noviembre de 2024, emitió órdenes ejecutivas para restablecer nombres históricos en mapas y comunicaciones oficiales.
Reacciones desde México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aclaró en una conferencia de prensa el 21 de enero que este cambio de nombre es exclusivo para Estados Unidos y no afecta la denominación internacional del Golfo. “Para nosotros sigue siendo el Golfo de México y para el mundo entero también”, afirmó, destacando que esta decisión refleja únicamente una postura interna del gobierno estadounidense.
Por su parte, la opinión pública en México ha sido diversa. En redes sociales, el 57% de las conversaciones relacionadas con este cambio de nombre han estado marcadas por un tono nacionalista y, en muchos casos, humorístico, según un análisis de la consultora Capisci. Este tipo de temas, que tocan aspectos identitarios, suelen generar un fuerte eco en las plataformas digitales, convirtiéndose en terreno fértil para la viralización.
Contexto geopolítico y su impacto cultural
El cambio de nombres en mapas puede parecer un tema menor, pero para muchos es un reflejo de tensiones geopolíticas y culturales. Aunque Google Maps asegura que su política es neutral y basada en datos oficiales, decisiones como estas son percibidas por algunos como intentos de reafirmar la influencia de una nación sobre espacios compartidos.
En este caso, la discusión trasciende lo cartográfico. Mientras que en Estados Unidos se busca destacar el control sobre la plataforma continental del Golfo, en México y otros países, el nombre del “Golfo de México” está profundamente arraigado en la identidad cultural e histórica.
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