Redactor: Sam Torne
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, ha viajado a Washington por tercera vez en un esfuerzo por evitar la imposición de aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio mexicanos por parte de Estados Unidos; estos aranceles están programados para entrar en vigor el 12 de marzo de 2025.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva el 10 de febrero de 2025 para aplicar aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de todos los países, incluyendo a México y Canadá. Esta medida forma parte de su estrategia para proteger la industria siderúrgica nacional y reducir el déficit comercial de Estados Unidos.
La administración Trump ha argumentado que estos aranceles fortalecerán la producción nacional y la seguridad económica. Sin embargo, los expertos advierten que podrían aumentar los costos para las empresas y consumidores estadounidenses, especialmente en sectores como el automotriz y la construcción.
Reacciones y negociaciones en curso
En respuesta a la amenaza de los aranceles, Marcelo Ebrard y el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, han viajado a Washington para sostener reuniones con funcionarios estadounidenses. El objetivo es negociar una exención para México antes de la fecha límite del 12 de marzo.
La industria siderúrgica mexicana, siendo el tercer proveedor de acero a Estados Unidos, ha expresado su preocupación por el impacto que estos aranceles podrían tener en sus exportaciones y en el empleo. Además, empresarios del sector temen que las tarifas afecten la cadena de suministro en América del Norte, especialmente en la industria automotriz.
Por su parte, la Unión Europea ha criticado la falta de compromiso de la administración Trump para buscar un acuerdo que evite los aranceles, lo que ha generado tensiones adicionales en las relaciones comerciales internacionales.
El T-MEC y relaciones bilaterales
La imposición de estos aranceles también plantea interrogantes sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque el acuerdo busca promover el libre comercio en la región, la aplicación de tarifas podría contradecir sus principios y afectar la cooperación económica entre los países miembros.
La administración de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha manifestado su intención de tomar medidas de represalia si los aranceles entran en vigor, lo que podría escalar las tensiones comerciales entre ambos países.
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