Redacción: Antonio Villeda
Los negociadores de Estados Unidos trabajaron en una propuesta de alto al fuego parcial en la guerra de Ucrania, reuniéndose con representantes de Rusia en Riad, Arabia Saudita. Las negociaciones buscan alcanzar un acuerdo limitado de 30 días, pero las partes aún continúan atacándose con drones y misiles, lo que ha dificultado llegar a un consenso. Un tema clave es qué objetivos deben quedar excluidos de los ataques, con discrepancias sobre qué se considera infraestructura energética.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mencionó la posibilidad de que EE.UU. tome el control de la Planta de Energía Nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control ruso. Esta planta, uno de los mayores complejos nucleares del mundo, ha experimentado un deterioro significativo desde que fue tomada por Rusia, aunque sigue siendo parte de la red energética ucraniana. Sin embargo, las discusiones también incluyen cómo abordar la seguridad en el Mar Negro para proteger la navegación comercial.
A pesar de las conversaciones, ambos bandos han seguido con los ataques. El gobierno ruso afirmó que su ejército está cumpliendo con el alto al fuego parcial propuesto, pero acusó a Ucrania de sabotearlo con ataques a infraestructuras energéticas. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, destacó que, aunque su país está dispuesto a un alto al fuego, las demandas rusas de detener los suministros de armas y la movilización militar no son aceptables para Kiev ni sus aliados.
Las tensiones siguen creciendo con ataques a instalaciones clave. Un ciberataque masivo afectó al sistema ferroviario ucraniano, mientras que Ucrania afirmó haber destruido helicópteros rusos con misiles HIMARS. Además, Rusia lanzó un ataque con drones en la ciudad de Sumy, hiriendo a decenas de personas, lo que demuestra que la guerra continúa, a pesar de los esfuerzos internacionales por reducir las hostilidades.
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