Pobladores de Pachuca reaccionan ante el cierre del relleno de El Huixmí
Redactor: Sam Torne
El reciente anuncio de Mónica Mixtega, titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), sobre el cierre del relleno sanitario de El Huixmí en diciembre ha generado protestas intensas. Este vertedero, ubicado en Pachuca, se ha convertido en el centro de una polémica tanto ambiental como social. Durante una manifestación en las oficinas de la Semarnath, pepenadores y pobladores arrojaron basura en protesta y exigieron la renuncia de Mixtega, alegando que el cierre fue decidido sin diálogo y que afectará el sustento de más de 3,000 personas, en su mayoría pepenadores y madres solteras que dependen de esta actividad.
La Semarnath ha señalado que El Huixmí ya ha sobrepasado su capacidad de almacenamiento y enfrenta problemas de contaminación que ponen en riesgo el medio ambiente y las comunidades aledañas. Las siete celdas del relleno están prácticamente colapsadas, y la propuesta de unir dos de ellas sólo extendería su vida útil en menos de un año. Además, la proximidad de cuerpos de agua plantea un riesgo potencial de contaminación, razón por la cual se ha desestimado la posibilidad de ampliación en el sitio actual. La Profepa, por su parte, ha implementado restricciones en la cantidad de residuos que se pueden depositar, acelerando la necesidad de alternativas sostenibles.
Alternativas propuestas para la gestión de residuos
Ante la clausura inminente, Mixtega y su equipo han propuesto la creación de un relleno sanitario regional que incorpore plantas de separación y reciclaje para mejorar la gestión de residuos. Entre los lugares considerados para la instalación de este nuevo vertedero se encuentran municipios como Singuilucan, aunque las decisiones finales están aún en proceso de evaluación. La Semarnath también ha insistido en la necesidad de cambiar la gestión de los residuos en Hidalgo a un sistema regional, en lugar de mantener vertederos municipales separados, lo cual podría mejorar la eficiencia y reducir la carga ambiental.
Mientras tanto, las autoridades locales, como el Ayuntamiento de Mineral de la Reforma, han advertido que el cierre de El Huixmí afectará el servicio de recolección de basura en varios puntos de la ciudad, lo que podría agravar los problemas de residuos en toda el área metropolitana de Pachuca. Los habitantes y líderes comunitarios, como Domingo Monzalvo, han pedido la intervención del gobernador para evitar lo que consideran un abuso de autoridad y buscar soluciones que beneficien tanto al medio ambiente como a la comunidad dependiente del basurero.
La situación ha desatado un debate sobre el equilibrio entre la protección ambiental y las necesidades sociales de los ciudadanos. Aunque la clausura busca resolver un problema urgente de contaminación, el desafío está en implementar alternativas sostenibles sin desproteger a las familias que dependen de esta actividad económica. El desenlace de esta situación aún está por verse, ya que ambas partes se preparan para negociar soluciones viables en el corto y largo plazo.
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