‘Un reto histórico para la justicia’: Norma Piña expone cómo la posverdad amenaza la autonomía judicial en México
Redactor: Sam Torne
La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, presentó su segundo informe de labores, destacando los desafíos que enfrenta el Poder Judicial en un contexto de tensiones políticas y reformas estructurales. El evento estuvo marcado por ausencias notables, como la de los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, pero contó con la presencia de figuras clave como César Yáñez, subsecretario de Derechos Humanos, y magistrados del Tribunal Electoral.
Norma Piña subrayó que la reforma judicial, impulsada durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador y continuada bajo Claudia Sheinbaum, representa un “escenario sin precedentes” a nivel mundial. En su discurso, señaló que los resultados de esta transformación no serán inmediatos, sino que su impacto real se apreciará a lo largo del tiempo. Para Piña, el verdadero objetivo de la reforma debería ser la construcción de un sistema que garantice mejor la protección de los derechos humanos y un equilibrio efectivo entre los poderes del Estado.
A pesar de estas aspiraciones, Piña advirtió sobre los riesgos inherentes a la implementación de la reforma, que considera basada en narrativas infundadas que han influido más en la opinión pública que los hechos objetivos. Esta «posverdad», como la describió, amenaza la autonomía judicial y podría debilitar el sistema de contrapesos en México.
Autonomía judicial bajo presión
La ministra denunció una campaña sostenida de deslegitimación hacia los jueces y magistrados federales, iniciada hace más de seis años. Según Piña, esta campaña ha intensificado los ataques mediáticos y políticos contra el Poder Judicial, lo que pone en peligro su independencia. Hizo un llamado a no interpretar las reformas como una “historia de vencedores y vencidos”, sino como un esfuerzo colectivo para fortalecer las instituciones democráticas.
En su informe, Piña reiteró la importancia de un Poder Judicial independiente como protector de los derechos humanos y contrapeso ante posibles abusos de poder. Subrayó que cualquier intento de debilitar esta autonomía representa una amenaza directa a la democracia mexicana. También destacó la necesidad de evaluar la reforma judicial desde una perspectiva de largo plazo, evitando juicios apresurados.
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