Energía para todos: México recupera la soberanía energética con reforma que devuelve Pemex y CFE al Estado
Redactor: Sam Torne
En una medida que busca recuperar la soberanía energética de México, la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un decreto que restituye a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas del Estado. Este cambio revierte la reforma de 2013, que convertía a ambas compañías en entidades productivas, un modelo que priorizaba la competencia con el sector privado. Con la nueva reforma, el Estado pretende asegurar que Pemex y CFE mantengan un papel central en la provisión de recursos energéticos, brindando combustibles y electricidad a precios accesibles para los mexicanos.
La reforma modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, restaurando el carácter público de Pemex y CFE. En el nuevo esquema, el Estado se encargará del 54% de la generación eléctrica, permitiendo la participación privada en el 46% restante. Esto equilibra el control público y la inversión privada, promoviendo un marco regulado que asegure la accesibilidad energética y reduzca el costo de los servicios básicos. El plan también establece al tren de pasajeros como área prioritaria, permitiendo que el Estado recupere la operación de rutas estratégicas de transporte como el México-Pachuca y el México-Querétaro.
Creación de nuevas secretarías
Además de los cambios en el sector energético, Sheinbaum anunció la creación de nuevas instituciones: la Secretaría de las Mujeres, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y la Agencia de Transformación Digital. Este ajuste también incluye una reducción del 5% en los costos operativos del gobierno federal, alineándose con las políticas de austeridad implementadas por la administración anterior. El objetivo es optimizar los recursos públicos y eliminar duplicidades en las funciones gubernamentales, generando un Estado más eficiente.
Como parte de la reforma, el gobierno anunció planes para desarrollar más de 3,000 kilómetros de vías férreas, incluidas rutas de carga para el Tren Maya y el Tren Interoceánico. Con esta medida, el Estado aspira a revitalizar el sistema ferroviario de pasajeros en México, mejorando el transporte y reduciendo tiempos de traslado en rutas de alta demanda. Esta estrategia no solo responde a necesidades de infraestructura, sino también a un enfoque de desarrollo regional que promete beneficiar la economía local y reducir la dependencia de automóviles en el transporte interurbano.
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