Sam Torne
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha reafirmado su compromiso con la estrategia de seguridad implementada por su administración, asegurando que, aunque los resultados no serán inmediatos, se verán reflejados en el mediano plazo. Durante una conferencia de prensa reciente, enfatizó la importancia de la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y llamó a los mandatarios estatales a asumir su responsabilidad en la lucha contra la inseguridad y la violencia en sus respectivas entidades.
Sheinbaum subrayó que la seguridad es una responsabilidad compartida entre la Federación y los gobiernos estatales. Recordó casos como el del exgobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien argumentaba que los homicidios en su estado eran competencia exclusiva del gobierno federal. La presidenta aclaró que los homicidios son delitos del fuero común, por lo que es obligación de las fiscalías y policías estatales, en coordinación con las autoridades federales, atender e investigar estos crímenes.
«Un homicidio es un delito del fuero común, entonces es obligación también desde las fiscalías estatales y las policías coordinarse para poder dar resultados y la parte que le corresponde al Poder Judicial», enfatizó Sheinbaum.
Coordinación interinstitucional como eje central
La mandataria destacó que la estrategia de seguridad de su administración se basa en una estrecha coordinación entre la Federación, las autoridades locales y las fiscalías, tanto la General de la República como las estatales. Este enfoque busca disminuir la impunidad y mejorar la seguridad en diversas regiones del país.
«Vamos a dar resultados y esto tiene que ver con esta coordinación y esta estrategia. No es de un día para otro, pero se van a notar los resultados, y tiene que ver desde atención a las causas y disminuir la impunidad, y también ir mejorando la seguridad en distintos lugares», señaló Sheinbaum.
Atención a las causas y reducción de la impunidad
La estrategia de seguridad de la presidenta Sheinbaum no solo se centra en la persecución del delito, sino también en la atención a las causas que generan la violencia. Programas sociales, educativos y de desarrollo económico forman parte integral de este plan, buscando ofrecer alternativas a la población vulnerable y prevenir la delincuencia desde sus raíces.
Además, la reducción de la impunidad es un objetivo clave. Para ello, se trabaja en el fortalecimiento de las instituciones de justicia y en la mejora de los procesos judiciales, garantizando que los delitos no queden sin castigo y que se restablezca la confianza de la ciudadanía en las autoridades.
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